Extracción de la seda en el mercado de Estambul

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Visitando la Plaza Taksim, una de las más populares de Estambul, encontramos un mercado local que habían armado temporalmente en el costado Norte de la plaza. Resultó muy interesante de visitar porque era un mercado que agrupaba a artesanos locales de siete regiones de Turquía, lo cual estuvo muy bueno como para poder conocer artículos muy variados de producción local en un mismo lugar.

Plaza Taksim – Estambul

Recorrimos el mercado y le dedicamos tiempo, compramos algunas cositas para nosotros y también algunos regalos . En el medio de la visita nos sorprendió el llamado a la oración que realizan los musulmanes desde las mezquitas para convocar a los fieles al rezo, uno de los cinco que se realizan en el día, y algo a lo que sin dudas no estamos acostumbrados los que venimos de otros lugares, es una sensación extraña comenzar a escuchar estos cantos desde diferentes lugares de la ciudad al mismo momento, pero sin dudas es algo muy movilizante (dentro de poco se viene un post sobre esto).


Volviendo al mercado, una de las cosas que más me sorprendió fue haber visto como extraían los hilos de la seda de sus capullos. Esto era algo que nunca había visto y resultó extraño de conocer porque uno muchas veces tiene en sus manos lo que es el producto terminado, y no se imagina de donde viene o el delicado proceso que implica obtenerlo (en este caso se llama sericicultura).

Entre los diferentes puestos de artesanos que había en el mercado, me llamó la atención ver un local de venta de artículos de seda, de los muchos que pudimos encontrar en nuestra estadía en la maravillosa Estambul, pero estos productores tenían ubicada en la entrada una enorme olla de agua hirviendo, llena de capullos de seda dentro .

A partir de los capullos es de donde se obtienen los hilos, con los que posteriormente se confeccionarán los productos de muy fina calidad que luego vemos en las tiendas, pero para llegar a eso hay un proceso. Los capullos se colocan en agua hirviendo para eliminar los restos, limpiarlos y aflojar los hilos; se extraen los filamentos de varios de los capullos y se los unen para comenzar la extracción de un hilo unificado, hay que tener en cuenta que de cada capullo se pueden extraer unos 1500 metros de fibra (unas 15 cuadras de hilo! ). Es ahí donde comienza el trabajo de la bobina, manual en este caso, que va extrayendo el hilo en un proceso que se llama “estirado” y a partir de ahí es de donde se obtiene el material de la seda. Más abajo en la foto vemos el producto resultando de este proceso.

Debajo de la bobina que recoge los hilos, se ve el producto final que se obtiene del proceso, la seda con la que se confeccionan luego las prendas que venden los productores

Los capullos desde donde se van sacando los filamentos para ir formando el hilo que se va extrayendo manualmente

En la parte central de la imagen, intenté resaltar lo más posible el detalle, para que se vean todos los filamentos que se sacan de cada capullo para formar ese hilo que se va estirando en el proceso

Este proceso también tiene su cuota de conflicto en muchos sectores ya que al momento de hervir el capullo se ahoga a la oruga, por lo que siempre hubo bastante crítica en lo que refiere a la producción de la seda. Inclusive Mahatma Gandhi siempre se pronunció en contra de este tipo de producción y propuso una alternativa de trabajar la seda luego de que la oruga se transforme en polilla al momento de dejar el capullo, pero la contra de esta alternativa es que al momento de dejar el capullo, lo rompen liberando un acido que genera que la fibra se rompa, empeore en su calidad y por lo tanto su valor.

En fin, mas allá de lo delicado del proceso y la polémica respecto a como se realiza el mismo, conocer de primera mano como es que se obtiene la materia prima y el proceso en sí, me resultó muy interesante teniendo en cuenta lo importante que es esta industria a nivel nacional para Turquía.