Los secretos del Corredor Vasari en Florencia

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Si a uno le contaran que existe un largo pasillo que recorre una ciudad por los aires, sería, al principio, un poco difícil de creer. Si a eso le agregamos que el mismo va uniendo una serie de edificios y más aún, pasa por dentro de una iglesia, un museo e inclusive por unos jardines, todo eso agregaría mayor intriga al relato. Sin más preámbulos, hay que decir que este corredor existe y es uno de los puntos más fascinantes de Florencia. Su nombre es el Corredor Vasari o Corredor Vasariano.

Se trata de un largo corredor elevado en forma de galería, que une el Palazzo Vecchio con el Palazzo Pitti. El mismo fue diseñado por el gran Giorgio Vasari por orden del Duque Cosme de Medicis en el año 1565 con una razón de gran “importancia”: el Duque no quería mezclarse con la gente  . Esto es muy cierto, ya que en épocas en las cuales el Duque no era para nada bien visto, ese pasillo elevado le permitía al mismo trasladarse desde su residencia particular (el Palazzo Pitti) al palacio de gobierno (el Palazzo Vecchio) libremente, sin ningún tipo de distracción o crítica que pudiera recibir en el camino por parte del pueblo.

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Una sección del Corredor, saliendo del Palazzo Vechio

Una aventura interesante en nuestra visita a la ciudad consistió en elevar la vista de tanto en tanto para poder ir descubriendo de repente los lugares en donde el corredor era visible, viendo que calles cruzaba o en que edificios de repente parecía adentrarse; y es que lugares por los cuales el mismo pasa hay muchos, considerando su longitud de casi un kilómetro.

Mención especial para quien tuvo que llevar el diseño a la realidad: Giorgio Vasari. Este gran artista e historiador italiano no solo se destacó en arquitectura, sino también en pintura y en escritura. En este caso, en solo 5 meses pudo cumplir con el pedido del Duque, dejando un legado que más de 500 años después, aún hoy uno puede disfrutar.

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El Corredor sobre nuestras cabezas, girando para para adentrarse en el Ponte Vecchio

Para poder visitar el Corredor Vasari es necesario reservar un lugar con bastante anticipación, ya que solo es posible visitarlo con visita guiada y son pocas personas las que se permiten en cada turno. Igualmente está previsto que las visitas al mismo dejen de realizarse a partir del 2017 ya que por un plazo de un año y medio, el corredor estará sujeto a remodelaciones y mantenimiento, lo que hará la espera para poder volver a visitar su laberíntico recorrido, aún más larga.

De hecho, en la página en la cual hay que ingresar para hacer la reserva, se menciona que el Corredor estará cerrador al público hasta nuevo aviso por cuestiones de seguridad.

http://www.florence-tickets.com/es/corredor-de-vasari-y-uffizi-visita-guiada-%28billetes-incluidos%29.html

ponte, vecchio, corredor, vasari, florenciaUna de las postales de Florencia, el Ponte Vecchio y sobre él, el Corredor Vasari con sus tres grandes ventanales.

Ya que al parecer no será posible pisar su largo recorrido por un tiempo, podemos igualmente imaginarnos que estamos allí, empezando el recorrido en el Palazzo Vecchio, o el antiguo palacio de gobierno del Duque. A partir de allí, cruza el cielo hasta adentarse de lleno en la Galeria de los Uffizi (una de las galerías de arte más famosas del mundo). Dentro de la Galería, el Corredor se transforma de repente en una galería de arte, donde se pueden disfrutar más de 1000 obras de arte pertenecientes a los Médicis, entre ellas una importante colección de autorretratos (entre los que se pueden encontrar Rembrandt, Lippi, Rubens, etc.).

Desde la Galería Uffizi empieza bordear el Río Arno para de repente pasar a formar parte de la estructura del Ponte Vecchio, el puente más famoso de Florencia. En la época de construcción del Corredor, funcionaba en el puente el mercado de carnes, el cual debió ser mudado ya que su olor no era del agrado del Duque (ya hablaré sobre el “Ponte” en otro post, ya que su fama realmente lo merece).

 

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Sección del Corredor Vasari y sus ventanales sobre el mismísimo Ponte Vecchio

Luego de cruzar el Arno, el pasillo cruza dentro de la Iglesia de Santa Felicita, donde un amplio balcón se abre para poder observar desde las alturas el interior de la iglesia, habiendo sido el mismo utilizado por el Duque para poder asistir a las celebraciones religiosas sin tener que mezclarse con las masas, tal cual su pedido.

En el tramo final, el Corredor se adentra en los jardines del Bóboli, terminando su recorrido dentro del Palazzo Pitti, donde el Duque tenía su residencia particular.

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Posando con el Ponte Vecchio detrás, el Río Arno y de yapa, la parte alta del Corredor Vasari sobre el Ponte.

Nota aparte para los cinéfilos: El Corredor tiene una gran importancia en la película (y libro obviamente) “Inferno”, ya que es por allí donde Robert Langdon escapa a través de los Jardines Bóboli para poder llegar cruzando el Corredor hasta el Palazzo Vechio.

Sin dudas esta joya de la arquitectura que hoy podemos disfrutar, es algo que no será fácil de olvidar si uno tiene la suerte de poder visitar esta hermosa ciudad. Estando allí luego de más de medio siglo, espera que cada vez más gente pueda recorrer sus rincones que una vez hace muchos años, solo los Duques de Florencia pudieron recorrer.

Luc

2 Responses

  1. paul kirmayr

    Te felicito hijo mio!! “Viaje con vos durante este relato que junto con muchos otros….sera LIBRO !!